Que debes y no debes hacer para ser rico antes de los 35

NO DEBES hacer:

1. Perder el entusiasmo por aprender cosas nuevas.

2. Creer en aquellos que te vendan maneras de hacerte rico rápidamente o sin ningún esfuerzo, porque a no ser que te toque la lotería esto va a ser un poco complicado.

3. Descuidar de tus ahorros. Por pocos que tengas, debes gestionarlos bien y para ello existe herramientas gratuítas como dinero que te ayudan a ello.

Invierte tus ahorros:

No sé si alguno de vosotros conoce a Francisca Serrano, es una broker española que se está haciendo bastante famosa. Ella dice en su libro “Manual de Bolsa” que, de pronto un día se encontró con un minireportaje en una revista dominical, sobre una mujer que había hecho dinero en bolsa. No sólo esto sino que aseguraba que cualquiera con formación, esfuerzo y ganas puede participar de la bolsa.

El mercado de valores o bolsa es un mundo del que oímos hablar todos los días, pero también es muy hermético, ya que la información privilegiada llega sólo a oídos de unos pocos. Además parece muy complicada de digerir. Esto puede asustar, pero también debes saber que una vez que empiezas a adentrarte en el mundillo, ya sea leyendo, haciendo cursos o practicando con demos, todo se vuelve mucho más sencillo.

Poco a poco, esos conceptos difíciles de tragar se van haciendo familiares, acordaros de las 10.000 horas de práctica, que valen para todo. Si no lo habéis leído, y os interesa la bolsa pero sois novatos, os recomiendo que lo leáis, vale alrededor de 21 euros.

1. Trabajas para alguien a cambio de un salario.

Cuando trabajas como asalariado, como la mayoría de la gente, básicamente intercambias tiempo por dinero. Con esta estrategia surgen dos problemas. Sólo tienes tiempo para cambiar por dinero. Y la segunda es que alguien ajeno a ti está decidiendo cuánto vale tu tiempo. Esto no quiere decir que tengas que dejar tu trabajo, sino que debes ver tu tiempo como un valor que no se debe desperdiciar. Hay que buscar una manera de que tu tiempo sea un factor que te proporcione beneficios. Encontrar la manera de aprovechar tus talentos y habilidades aparte de las horas que trabajas o lo que tu jefe decida que vale tu trabajo.

2. No lo estás intentando.

Mientras la gente rica está buscando maneras de incrementar su patrimonio, la mayoría de nosotros sólo está intentando pagar sus facturas. Está mentalidad repercute directamente en la cantidad de riqueza que eres capaz de generar. Kate Luther, la autora de este artículo, señala que cuando se lanzó por primera vez su carrera freelance tenía en mente exactamente la cantidad de dinero que necesitaba para mantener un nivel de vida adecuado, cómodo.

Sin embargo, ese dinero seguía destinado a pagar facturas. Sólo cuando dejó a un lado esa cantidad mental de dinero que debía ganar sí o sí, empezó a ganar dinero de verdad.

4. No crees en ti mismo.

Pregúntale a cualquiera si quiere ser rico y no dudarán en contestar afirmativamente. Preguntales si están seguros de que se harán ricos y la respuesta ya no será tan contundente. La mayoría de la gente desea ser rica, pero ese deseo es más débil que la vocecita de la razón que dice lo contrario.

Por ejemplo, Donald Trump es un millonario que pasa de tener millones en el banco a millones de deudas en el banco, a millones otra vez. Y Kate Luther dice que esto sucede porque él, en este caso, pero la gente acostumbrada al dinero en general, creen que deben ser ricos. Cuando se enfrentó a una bancarrota de más de 900 millones de dólares, en deuda personal en 1991, no tiró la toalla y dijo bueno hasta aquí hemos llegado. Después de esto cayó en bancarrota en tres ocasiones más, llegando a recuperarse e incluso valer más de lo que valía antes de la primera bancarrota que sufrió.

5. No sigues tus instintos.

Nos cuenta la historia personal de Catherine L. Hughes, que desde luego no comenzó como una historia de éxito. A los 16 años era madre y, aunque fue a la escuela nunca terminó sus estudios. A pesar de su difícil comienzo, usó su trabajo en una radio local para impulsar su carrera. Finalmente consiguió un puesto de Directora General de la emisora de radio de la Universidad de Howard. No mucho después, ella y su marido compraron su primera emisora de radio, y nació Radio One.